No es ningún secreto que la tecnología inteligente ha cambiado drásticamente la forma en que interactuamos con nuestro entorno. Ahora somos capaces de automatizar muchas de nuestras tareas cotidianas, desde encender las luces hasta ajustar el termostato, todo ello sin tener que mover un dedo. Pero lo que quizá no sepas es que esos mismos dispositivos pueden servirnos para vivir de forma más responsable, consumiendo menos energía y malgastando menos recursos. Veamos cómo.
Tecnología inteligente para el hogar
Desde frigoríficos que encargan la compra cuando detectan que se están agotando hasta asistentes de voz que apagan las luces y ajustan la temperatura con una simple orden, muchos de los aparatos domésticos actuales están diseñados para hacernos la vida más fácil y ayudarnos a ahorrar energía. Por ejemplo, si su termostato está conectado a su teléfono inteligente, puede controlar la temperatura desde cualquier lugar del mundo, incluso si se olvida de bajarla antes de irse a trabajar. Algunos termostatos incluso aprenden sus hábitos con el tiempo y se ajustan en consecuencia. De este modo, nunca tendrás que preocuparte de olvidarte (o peor aún, de no tener tiempo) de ajustar la temperatura manualmente cada día.
Electrodomésticos inteligentes
Los electrodomésticos inteligentes también pueden ayudar a reducir el consumo de energía en tu hogar apagándose automáticamente cuando no se utilizan. Muchas lavadoras vienen equipadas con sensores que detectan el nivel de llenado y ajustan automáticamente la configuración en consecuencia; esto significa que se acabaron las conjeturas y el derroche de agua al hacer la colada. Además, algunos modelos vienen programados con ajustes ecológicos diseñados específicamente para cargas más grandes; esto garantiza que, independientemente de la cantidad de ropa que lave cada semana, siempre utilizará la electricidad justa sin pasarse.
Sistemas de control de la energía
Por último, los sistemas de control de la energía como Nest o Sense pueden ser una forma estupenda de controlar y analizar tu consumo energético a lo largo del tiempo. Estos sistemas proporcionan informes detallados sobre la cantidad de energía que consumen las distintas partes de la casa en un momento dado, lo que es una buena forma de identificar las áreas en las que se pueden hacer mejoras (por ejemplo, un electrodoméstico antiguo que necesita ser sustituido). Una vez identificadas estas áreas, es bastante fácil sustituirlas por modelos más eficientes o encontrar otras formas de reducir el consumo general en esas zonas.
La tecnología inteligente ha llegado para quedarse, ¿y por qué no? No sólo nos hace la vida más fácil, sino que también nos ayuda a vivir de forma más responsable, consumiendo menos energía y derrochando menos recursos. Ya sea mediante electrodomésticos más inteligentes o ajustes automáticos del termostato, hay muchas formas de utilizar la tecnología inteligente en nuestros hogares cada día. Así que no lo dudes, ¡empieza a explorar hoy mismo y comprueba qué diferencia pueden marcar estos dispositivos en tu vida diaria y en tu impacto medioambiental general!